miércoles, 15 de enero de 2014

Apuntes acerca de la situación laboral del Comunicador

Abro, en la computadora, decenas de sitios de Bolsas de Trabajo online de Argentina. La voz y guitarra de Syd Barrett atenúan mi ansiedad que revela la urgente necesidad de un salario. Me acompañan libros que ni siquiera puedo disfrutar completamente por los devaneos de mi cabeza no ya en la búsqueda, sino en el hallazgo del laburo. Se me entrecruzan por diferentes senderos mentales los interrogantes acerca de mi futuro inmediato con las reflexiones de Perry Anderson en Tras las huellas del materialismo histórico, como así también se molestan las ideas sobre los perfiles profesionales que podré adoptar en los próximos años con las tan "porteñas" descripciones de Jorge Asís en Fe de Ratas. De vez en cuando miro a través del balcón, los edificios que se elevan frente a mí. Pienso en qué clase de personas vivirán allí, en cómo hacen para pagar sus alquileres o, en caso de ser propietarios, de qué manera compraron las propiedades. Me pregunto por sus trabajos, por su experiencia, por sus carreras. 
Definitivamente, la cuestión laboral, con su cuota de urgencia, no abandona mis periódicas preguntas. Desde luego hay algunas específicas y otras de índole más general. Me pregunto, en primer lugar, por las cuestiones de fondo, por el contenido más que por el continente. Me pregunto, en fin, sobre las causas no de mi desempleo sino en términos generales sobre la cada vez más grande cantidad de licenciados en Ciencias de la Comunicación en condición de desocupado. O en la dificultad para acceder a un puesto de trabajo en condiciones de obtener un salario al menos discreto.

Oferta y Demanda
En Tucumán, por cierto, existe una tendencia creciente en la inscripción a las carreras de Técnico y Licenciado en Ciencias de la Comunicación (creada en 2005), disponible en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional. El cursado no implica cargas horarias con prácticas alejadas del centro de la ciudad, no hay examen de ingreso y el campo de aplicabilidad profesional es bastante amplio. Por año, ingresan aproximadamente unos 500 estudiantes a la carrera. El número de cursantes de "Comunicación" deja en ridículo las nuevas edificaciones (sin contemplar la real masa estudiantil) que han realizado las autoridades universitarias. Así, con el tiempo el número de egresados también es alto, maxime si se tiene en cuenta que el título también lo expide la universidad privada Santo Tomás de Aquino. De esta manera, la oferta de comunicadores es alta, resulta interesante pensar ahora en la cara complementaria del problema: la demanda.
Antes de dar inicio a la pregunta respecto de un mercado laboral que demande comunicadores es preciso, como en el caso de la oferta, indagar aunque no sea más que suscintamente en los componentes que dan lugar al estado actual del mercado laboral. Las respuestas las hallamos también en los centro de formación de comunicadores y el perfil que se le imprime a la carrera de licenciatura. En el caso de la universidad pública, su contenido es categóricamente teórica, aún contando con medios de comunicación propiedad de la UNT (Radio Universidad, Canal 10, Universitas) las prácticas profesionales son inexistentes no sólo para estudiantes de comunicación sino también para alumnos de Sonorización (Fac. de Artes) y de las artes audiovisuales (Escuela de Cine). Es allí donde se encuentra uno de los factores que responden a la cuestión de un mercado laboral escasamente demandante. La misma universidad es la que antepone las barreras que se plantea su propósito educativo. Porque, ¿cuál es sino la formación de profesionales que en el futuro puedan desempeñar su labor en la sociedad, la utilidad de la universidad en la formación del conocimiento científico? La UNT dificulta y no posibilita mayores facilidades a los egresados en Comunicación para extender su desarrollo formativo, intelectual y profesional. A su vez, el perfil del egresado está común y equivocadamente asociado al ejercicio del periodismo, con el peligro que lleva a equiparar la práctica de una disciplina comunicativa con el ejercicio de una ciencia. Las becas, por su parte, están priorizadas a las carreras "productivas" como las distintas ingenierías, economía y finanzas en desmedro de todas aquellas destinadas al estudio de las ciencias sociales, en este caso "improductivas". Lo mismo sucede con los fondos y el financiamiento destinado a la investigación en el área de las Ciencias de la Comunicación.
Siendo que ello constituye ya todo un factor de reducción de posibilidades laborales para los universitarios egresados de la carrera en cuestión, resta ahora reconocer las características del mercado. 
Si antes fue mencionado que el perfil del profesional está asociado al de un periodista es también porque los empresarios-propietarios de medios son quienes razonan precisamente de esta manera, con lo cual no sólo se desvirtúa la orientación y el contenido de la formación académica sino que, a su vez, se subestima y descalifica a la profesión dando pie a la precarización laboral de la cual es víctima un gran porcentaje de trabajadores de prensa. Ello a su vez, provoca que las características del campo laboral al cual apunta un futuro comunicador se circunscriba a un ya acotado marco de posibilidades laborales en los mass media. Similar situación sucede con las grandes empresas e industrias (y en menor medida con las medianas empresas) las cuales no han llegado a desarrollar su potencial comunicativo/publicístico como para demandar mano de obra calificada en la comunicación institucional interna y externa, en sus relaciones públicas, etc. Lugares para los cuales un comunicador está perfectamente habilitado a desempeñarse.

Bolsas de Trabajo
Ahora bien, analizando la cuestión en términos y marcos más amplios, consideremos también los datos que arrojan las principales bolsas de trabajo online. Por citar sólo algunos casos, tomaremos como ejemplo a Computrabajo.com.ar y a ZonaJobs.com.ar, dos sitios insoslayables en la búsqueda de trabajo vía web. En ambos casos la clasificación de la búsqueda se encuentra marcada por dos categorías macro: ofertas ordenadas por lugar, por un lado, y ofertas ordenadas por área y sector profesional, por otro.
En el caso de Computrabajo, la clasificación geográfica es determinante: más del 80% por ciento de las ofertas están  concentradas en Buenos Aires (10.008) y Capital Federal (11.555) mientras que el resto se encuentra disperso en los restantes 22 distritos. En las provincias del norte del país, las cifras decrecen marcadamente. Tucumán, demanda en dicha web 141 puestos de trabajo. Las cifras son incomparables. En el caso de la distinción por categoría profesional, el sitio muestra una diferencia cabal: las más demandadas son "Ingeniería/Técnico", "Informática/Telecomunicaciones", "Administración/Oficina" y "Markting/Ventas"; las menos "Legal/Asesoría", "Científico/Investigación", "Dirección/Gerencia" y "Arte/Diseño/Medios".
Por su parte, la bolsa de trabajo ZonaJobs.com.ar, que solo distingue ofertas por área geográfica como filtro de las categorías profesionales, señala la existencia de tan sólo 13 ofertas en el área "Medios y Comunicación" concentradas en Buenos Aires, Capital Federal y Córdoba. Como en el ejemplo anterior, las categorías más demandadas son "Administración y Contabilidad", "Comercial/Ventas" y "Sistemas/Tecnología/IT" sumando entre todas ellas cerca de dos mil puestos de trabajo disponibles. Una abrumadora diferencia respecto del rubro Comunicación.

Perspectivas
Por lo antedicho, la situación en la que se encuentra el comunicador es, por lo menos, alarmante y está llena de incertidumbre, un vistazo general basta para contradecir mucho de los dogmas sobre los cuales se asienta la tan mentada sociedad de la información o sociedad post-industrial e inclusive los alcances de la globalización. Pero ante todo ¿cuál es el futuro de una profesión -en pleno auge y revolución de las tecnologías de la información y la comunicación- cuando no se avizoran los elementos que pudieran generar el marco de acción para un profesional de la comunicación como, por ejemplo, Tucumán o en términos más generales el norte del país?
Una de las alternativas es generar espacios multimediales haciendo uso de las  diferentes herramientas que ofrecen las plataformas digitales. En el marco de la bancarrota capitalista atravesada por la recesión económica y la reducción de la producción, a tono con el incremento de los márgenes de desempleo, se ha visto en España, uno de los países más golpeados por la crisis económica y financiera mundial, el sello de las nuevas alternativas. Según indica un informe de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) desde 2008 se han visto aparecer, al menos, 297 nuevos medios. Para la escuela virtual de periodismo digital ClasesdePeriodismo.com
"[...] [la aparición de nuevo medios] no se hubiera suscitado (probablemente) si los periodistas no se hubieran encontrado en situaciones límite. El desempleo y la caída de ingresos en las organizaciones de noticias motivaron a muchos -tímidamente- a arriesgarse a tomar su propio camino. La experiencia la tenían. 
[...] 
"Otra cuestión clave revelada es que existe un trabajo en conjunto entre periodistas veteranos y recién egresados de universidades. Ambas partes se están complementando para crear nuevas propuestas periodísticas." 
Alternativa no es sinónimo de Solución. Lo interesante del ejemplo español reside en la iniciativa, sobre todo si se tiene en cuenta la pluralidad de herramientas de generación de contenido y la atmósfera de innovación permanente.
La realidad está ahí, lista para transformarla.

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